El ya tradicional reloj emplazado en la torre del edificio del Concejo Deliberante de Neuquén, volvió a dar la hora desde el pasado fin de semana, tras el arreglo del mecanismo por parte de la misma empresa que lo fabricó e instaló hace 22 años, cuando fue inaugurada la sede propia, en el corredor de Leloir 370.
Desde 2018 el reloj se encontraba sin funcionar, y anteriormente, lo hacía en forma intermitente.
Tras asumir la gestión, la presidenta del Concejo, Claudia Argumero, dispuso restaurar el mecanismo, contactando a la empresa “Relojes Duarte”, de Buenos Aires.
Se trata de una empresa familiar, que inmediatamente se puso a disposición. En primer lugar, llevaron a cabo un relevamiento que incluyó la reparación de la maquinaria, puesta a punto de las minuterías (en las cuatro caras del reloj); reemplazo de las agujas dañadas; revisión y limpieza total de circuitos, entre otros arreglos.
Posteriormente, instalaron la máquina y las piezas de referencia, iniciándose una nueva etapa de este símbolo de la ciudad.
Claudia Argumero manifestó que “vivimos con mucha satisfacción haber podido devolverle a la ciudad el ritmo marcado por este majestuoso reloj ubicado en la torre del Concejo. Es un emblema que identifica a Neuquén desde hace más de 20 años, y de aquí en más acompañará a cada vecina y vecino en su cotidianeidad, desde lo alto, testimoniando el paso del tiempo y nuestro desarrollo”.
La titular del Concejo Deliberante destacó especialmente que “esta es la “Casa del Pueblo”, el lugar donde ejercemos la práctica democrática por excelencia, y este edificio forma parte del rico patrimonio cultural de la ciudad, y como tal, es nuestro deber cuidarlo
y protegerlo siempre”.