Concejales de la comisión de Ecología y Medio Ambiente recibieron a la Subsecretaria de Servicios Ambientales del municipio, Paola Guerrero, y funcionarios del área para exponer sobre distintas inquietudes relacionadas con la temática del sector.
La presidenta de la comisión, Andrea Ferracioli (MPN), explicó a Guerrero la posibilidad de sancionar una Ordenanza que prohíba el uso de dispositivos en boliches bailables y en automóviles para ampliar la potencia musical. Se trata de los denominados “woofers” y “subwoofers” que generan vibraciones molestas cuando se reproduce música.
Ferracioli expuso que se trata de uno de los principales reclamos que realizan los vecinos que viven en la Avenida Olascoaga al fondo, a raíz de la gran cantidad de jóvenes que estacionan sus vehículos sobre el boulevard y ponen música usando estos dispositivos potentes.
Guerrero explicó que desde el municipio vienen realizando los controles correspondientes en todos los boliches bailables para evitar los ruidos molestos y que podría implementarse una iniciativa como la que se propone. No obstante, aclaró que sería muy difícil aplicarla a los vehículos particulares.
Los ediles también le solicitaron informes sobre una confitería ubicada en pleno centro de la ciudad, que es el blanco de quejas reiteradas de vecinos que viven en las inmediaciones debido a los ruidos molestos.
Guerrero explicó que el comercio en cuestión nació como una confitería y que de a poco “se fue mutando” a un boliche bailable. Aseguró que ya se le pidió al propietario que acondicionen el lugar como establece la normativa vigente y que una vez que terminen de hacerlo, se iniciarán nuevas inspecciones para ver si con estos arreglos terminan los problemas de los ruidos molestos a la madrugada.
Otro de los temas que abordaron los concejales fue el derrame de hidrocarburos que se produjo en la estación de servicio ubicada sobre la calle San Martín al 4.200. Matías Rodríguez, director de Medio Ambiente, explicó que ya se hicieron los trabajos de remediación a cargo de una empresa que contrató la compañía y que se harán nuevos estudios para determinar qué grado de contaminación quedó en la napa superficial.
No obstante, aclaró que la “pluma del derrame” no era muy extensa y que no llegó a la conexión de agua potable ni a las napas subterráneas más profundas.
La funcionaria también respondió a cerca de la preocupación de los concejales del ARI sobre los controles que realiza el municipio a la actividad petrolera en la zona de Valentina Norte, donde opera exclusivamente la empresa Pluspetrol.
Guerrero aseguró que los controles a la empresa se hacen periódicamente y que la petrolera presenta cada seis meses informes ambientales que son encargados a una firma.
