Cordillera, ríos, pehuenes, araucarias, mallines… El norte, el sur, el centro, con sus matices, sus tonalidades de estación. Óleos y acuarelas le dan vida, color y cuerpo a diversos paisajes neuquinos en la muestra que la artísta plástica neuquina, Leonor Temi exhibe en el patio interno del Concejo Deliberante.
Como le sucedió a la gran mayoría de los artistas plásticos, su vinculación data de temprana edad. Garabatos en papeles o paredes son el primer registro de sus obras. Los paisajes neuquinos vinieron después. La cautivaron, desde siempre, y por eso los adoptó como temática.
“Nos ofrecen diversos colores, texturas, movimiento. Siempre representan un verdadero desafío poder plasmarlos”, explica. “La verdad es algo que me apasiona, y mucho, desde siempre. Encuentro motivación pasional en los escenarios que ofrece nuestra provincia. Es que me crié rodeada de lugares majestuosos, por eso mi devoción”, resaltó.
El entorno de su infancia la inspiró y todavía lo hace. Nació en Chocoy Mallín, rodeada de neuquinidad. Allí, en su casa, comenzó con su tarea, con su arte, el que compartió y también enseñó.
“Tuve la oportunidad de darles mis conocimientos a muchos chicos en mi juventud. La verdad es algo que me resulta tan enriquecedor como pintar. En Chocoi, siendo muy joven en la casa de mi padre, recuerdo que una gran cantidad de chicos asistían a tomar clases. Fue una época maravillosa, porque no solo enseñé, sino también aprendí”, aseguró.
Fueron muchas las personas que la marcaron en su trayectoria como artista. Destacó que Emilio Saraco y Felipe Sapag fueron, por distintos motivos, dos referencias en su obra.
“Emilio (Saraco), en una oportunidad, visitó Chocoy Mallín y vio mis pinturas. Me hizo correcciones, ajustes que el creía necesarios y me impulsó a que los exhiba. Hasta ese momento a mi me costaba mostrar lo que hacía, pero gracias a él me animé. Don Felipe, amigo de mi padre, recuerdo que hizo construir una pasarela para cruzar un río, así los chicos a los que les enseñaba ahorraban camino para llegar a casa y tomar sus clases. Siempre apoyo mi trabajo, de distintas formas. La gratitud hacia ambos en invalorable”, los recordó agradecida.
Sus pinturas recorrieron la provincia, el país y el mundo. Realizó numerosas muestras individuales y colectivas. Se destacan las exposiciones de Beirut, San Pablo y Paris. “Son recuerdos imborrables”, se emociona. Por su trayectoria, fue honrada con una sala de arte del ISI College que lleva su nombre y también integra la nómina “Primeros hacedores de la plástica neuquina”, reconocimiento que le otorgó la Municipalidad de Neuquén en el año 1992.
“El arte me dio muchas cosas en esta vida. La posibilidad de conocer lugares, gente, hacer amigos. Le debo mucho a la pintura y siempre trato de devolverle algo de lo mucho que regaló”, resalta la “Colo”, como la llaman en el seno íntimo, quien día a día trabaja en su atelier de la calle Leloir, en el que no solo pinta paisajes, sino también aborda otras temáticas, más internas, más introspectivas, como mandalas y sandalas.
La muestra en el patio interno del Concejo Deliberante, se puede apreciar hasta el 10 de noviembre. “Los invito, los espero para que puedan apreciar este trabajo que me marcó en la vida”.
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